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Historia de la A.R.A.

Hacia finales de Agosto del año 1950, más precisamente el 22 de Agosto de dicho año, el Profesor de Farmacología de la Facultad de Medicina de Rosario, junto a un grupo de seis Anestesiólogos y un técnico rosarino firmaron el acta constitutiva de esta Asociación. El Farmacólogo, designado Socio Honorario, era el Dr. Enrique Hug; los Anestesiólogos, los Dres. A. Stilmann, J. Shocron, E. Achilli, J. C. Nieto, M. Castagnino, J. Molinari, J. M. Muñoz y D. Giannone, y el técnico el Sr. F. Putalivo. Estos primeros Asociados eligieron su primer Presidente en la persona del Dr. Alejandro Stilmann.

Vale la pena citar los objetivos y finalidades de la actual Asociación tal como figuran en su Acta Fundacional, porque aunque ya han pasado muchos años, ellos se mantienen intactos y vigentes, señalando con firmeza para sus integrantes el rumbo a seguir en un mar cada vez más proceloso: » …Fomentar el progreso, perfeccionamiento y difusión de la ciencia de la Anestesiología y ramas afines, y estimular la especialización. Defender la ética y los intereses profesionales de los Asociados… «

Y la defensa de la ética fue el estandarte que, con el lema «Jerarquización de la Profesión», guió el accionar de los Asociados, cuando ellos, en Abril de 1981, decidieron apartarse del perverso sistema que ha llevado a la Medicina a la penosa situación actual. Por ese acto los Anestesiólogos rosarinos modificaron radicalmente la relación de verdadera dependencia pasiva con respecto a instituciones privadas y públicas, para dar lugar a otro tipo de relación, en la que ellos pudieron sentarse a discutir de igual a igual las condiciones y modalidades de una retribución acorde con la responsabilidad de su tarea en la sociedad, y cerrar convenios directos con las entidades prestatarias. Para ello fue de fundamental importancia la obtención de la Personería Jurídica en 1983.

Las inevitables reacciones y presiones de los factores de poder, afectados por esta medida, tuvieron como efecto consolidar la unión de la gran mayoría de los Anestesiólogos en la defensa de sus derechos, lo que permitió capear varias situaciones de riesgo a las que se quiso llevar a la Institución, y defender con éxito a asociados que habían visto peligrar sus fuentes de trabajo. Esta acción gremial siguió sin desmayos a lo largo de los años.

El poder disponer de ingresos genuinos derivados de un pequeño porcentaje de los honorarios gestionados como Agente de Cobro, y de las donaciones de un grupo de Asociados, hizo posible la adquisición de un inmueble como Sede propia en 1984, que después de seis años se ampliaría a la Sede que funcionó en calle Rodríguez 630, y que finalmente se establecería conjuntamente con la Fundación Anestesiológica de Rosario en la actual Sede de calle Tucumán 2801.

Mientras tanto, y paralelamente a su accionar en el campo gremial, la Asociación Rosarina de Anestesiología (ARA) no dejó nunca de aportar una muy significativa contribución a sus Asociados y a todos los Anestesiólogos argentinos en el campo científico y profesional, a través de la organización de Congresos (1961, 1993 y 2000), Jornadas, Cursos, Conferencias y Reuniones Científicas de varios tipos, con la participación de Especialistas locales, nacionales y extranjeros. Al mismo tiempo, la Asociación contribuyó y contribuye también a la labor desarrollada por el Colegio Médico local en el área de la Certificación de las Especialidades, mediante la intervención de Asociados representativos en los exámenes teórico-prácticos correspondientes.

En este sucinto recuerdo del desarrollo societario, no puede faltar el reconocimiento de los Anestesiólogos rosarinos, por un lado, al aporte de la Asesoría Jurídica, que revistió y reviste fundamental importancia en las luchas por la defensa de los derechos de los Asociados y por la jerarquización de la Especialidad, en la confección y mantenimiento de los convenios con las distintas entidades prestatarias, en la consulta y apoyo jurídico de los Asociados, y en la constitución de la Fundación Anestesiológica de Rosario; y, por el otro, al apoyo de su equipo administrativo que mantuvo, a lo largo de los años, una línea de alta eficiencia y colaboración, constituyéndose en un elemento de gran seguridad para la conducción de la Asociación.

Para finalizar, queremos agradecer y recordar a todos los integrantes de las sucesivas Comisiones Directivas y a sus Presidentes, desde el primero, Dr. Alejandro Stilmann, al actual, que sostuvieron los destinos de la ARA a través de las contingencias, tantas veces difíciles y riesgosas, y a todos los Anestesiólogos que, desde aquellos primeros ocho visionarios del año 50 hasta los actuales 212 Asociados, aportaron su esfuerzo, sus inquietudes y su presencia a la integración de este invalorable grupo humano. Muchos de ellos nos han dejado por la ley biológica; pero no dejan de constituir, a través de su obra, parte integrante de esa corriente de voluntades y pensamiento que constituye hoy la Asociación Rosarina de Anestesia, Analgesia y Reanimación.